jueves, 30 de julio de 2015

Maestro de Alcoba


LO QUE TODO HOMBRE DEBE SABER
- Maestro, ¿qué es un Maestro de alcoba?
- Aquél que es capaz de hacer sentir a una mujer, en una sola noche, el origen del orgasmo, respondió el Gurú.

El discípulo preguntó:

-¿ Hay niveles de Maestría en la Alcoba?

- Lo que te dije recién es el primer nivel…

El discípulo preguntó:

- ¿Cuál es el segundo nivel?

- Regalarle a la mujer tantos orgasmos que en un momento te diga: Dios te manda saludos…

El discípulo se comenzaba a inquietar…

- ¿Hay un tercer nivel?

- En el tercer nivel, tu eres Dios…


Me imagino que ese es el último nivel…

- ¿Último?, aquí comienza otra octava en la Maestría…En este nivel la mujer sana todas sus heridas, se perdona a sí misma… En ese instante, tu te conviertes en su compañero, amigo, amante…En ese momento la mujer es el ser humano más consciente y feliz de este mundo…En ese momento, ya no existe nada más que beatitud… En ese momento se produce el verdadero Matrimonio: La unión del hombre con la matriz de la mujer…

El discípulo comenzó a llorar de felicidad…

Maestro, que maravilloso sería que todos los hombres puedan saber esto…

- No todos los hombres quieren saberlo, respondió el Maestro. Pero nos compete a nosotros encontrar la forma de llegar a todos…

- ¿Quieres saber cuál es el último nivel en el arte de alcoba?
- No puedo creer que aún falte un nivel más…

En el último nivel el hombre se disuelve, ya no sabe si es hombre o mujer, y tampoco le interesa saberlo…

La mujer, lo mira con mucha dulzura…y le susurra al oído:

- Finalmente eres un Hombre…

El amor propio, ¿como lograrlo?


¿Te has mirado en el espejo alguna vez y y te has sentido fea? Tu cabeza se llena de voces que te dicen:
~”Niña, que barriga tan grande, ya es hora de que te pongas a dieta”.
~”Mira esas caderas tan anchas. Tienes que hacer ejercicios para adelgazar antes de que llegue el verano”.
Estas voces interiores nos quitan a las mujeres la capacidad de amarnos tal como somos.
Hace mucho tiempo mirarme al espejo era una verdadera batalla. Tan pronto me miraba un torbellino de pensamientos negativos me asaltaban en mi mente. Hoy, después de realizar un viaje profundo de sanación, puedo mirarme al espejo con amor. Me siento bella. Me miro y veo los rostros de las diferentes diosas que habitan dentro de mi. A veces soy tierra, otras veces soy agua y en ocasiones hasta yo misma me sorprendo con la energía feroz del fuego que sale por mis ojos.
De vez en cuando me miro al espejo  y una voz en mi mente dice:
~“Niña, que fea te ves hoy”.
Quizás es  uno de esos días en que me encuentro cansada y llena de estrés. La imagen que me mira desde el espejo está cenicienta y no se ve atractiva. Antes estos pensamientos me hubiesen derrumbado mi autoestima.
Pero ahora no me identifico con el pensamiento que me juzga y me miro con amor. En esos momentos cierro los ojos, respiro profundamente y me conecto a la fuerza de mi autoamor. Cuando vuelvo a mirarme al espejo me veo hermosa.
Si esto te sucede a ti, he aquí cómo puedes fortalezer tu imagen corporal para que te sientas bien contigo misma cada vez que te miras al espejo.
Cuando un pensamiento negativo te juzgue frente al espejo, haz este ejercicio de relajación y respiración del sistema CuerpoAdentro.
Cierra los ojos.
Respira profundo.
Pon tu atención en el aire que entra y sale de tu cuerpo.
Coloca tus manos sobre tu vientre.
Deja que el aire entre por la nariz y llene todo tu torso sin hacer ningún esfuerzo.
Deja que el aire salga por tu nariz lentamente a un ritmo natural.
En la expiración suelta los pensamientos negativos que te surgieron ante el espejo y siente que se disipan con el aire que sale de tu cuerpo.
Mantén la atención en tu respiración y siente como la energía de esos pensamientos que te juzgan desaparece cada vez que expiras. Respira de esta manera durante cinco minutos.
Ahora cuando vuelvas a inspirar permite que el aire viaje hasta tu vientre.
Siente en tus manos como tu vientre se infla y desinfla suavemente.
El espacio se abre dentro de tu cuerpo. El aire llega hasta tu vientre y viaja hasta tu ingle, caderas y genitales.
El aire sale suavemente a su ritmo natural. No tienes que hacer ningún esfuerzo. Después de respirar de esta manera durante tres a cinco minutos te empezarás a sentir que tu ser ocupa más espacio y te sientes poderosa.
Te sientes tranquila. Mírate al espejo y sonríe. ¡Eres hermosa/o!

Metodología Montessori y la libertad infantil

“Aprenderás a querer a tus hijos cuando los quieras por lo que son,  y no por lo que te gustaría que fueran”

La primera vez que escuché esta frase era yo la hija y mi madre quien la pronunciaba. No era fácil para ella permitir que yo me embarcara en una aventura con muchas probabilidades de fracaso. Pero su respuesta fue esta, desarmándome y liberándome al mismo tiempo. Permitiéndome ser quien yo quería ser, y queriéndome a pesar de todo.

Fue, es y será una lección que nunca olvidaré, un ejemplo a seguir con mis hijos y que confirman y refuerzan expertos en la materia como María Montessori, para la cual la esencia de la educación consiste en ayudar al niño en su desarrollo y proceso de adaptación a las circunstancias que se le presenten.

Aunque la autora desarrolló su propio método a finales del siglo XIX,  no se trata de un método obsoleto. A día de hoy se utiliza en los colegios más innovadores, y es fuente de inspiración para padres y madres de todo el mundo.

La metodología Montessori tiene como objetivo conseguir que nuestros hijos crezcan libres y felices, pues los niños son considerados como la esperanza de la humanidad.

Pero, ¿cuándo se considera que un niño es libre?, ¿cuándo le permitimos hacer todo lo que desea?, ¿cuándo no le proporcionamos ninguna regla?, ¿respetamos de este modo su forma de ser?

¡No!, es completamente otro tipo de libertad en el que cree Maria Montessori. Según su método, nuestros hijos absorben como esponjas la información, aprendiendo de forma espontánea, de la misma forma que aprenden a gatear. Este método se encuentra basado en el respeto hacia el niño.

“El instinto más grande de los niños es precisamente liberarse del adulto”
(María Montessori)

Además, según Montessori, las características que normalmente asociamos a la infancia, (como los caprichos, egoísmo, incapacidad para concentrarse, pereza, etc) aparecen solo cuando el desarrollo natural del niño se obstaculiza. Cuando el niño es libre y se encuentra en un ambiente adaptado a sus exigencias, no manifiestan estas características.

Crear seres independientes y autónomos

“Nadie puede ser libre a menos que sea independiente”
(María Montessori)

Hablemos de sexo



A veces es más difícil entablar una conversación con la persona que duerme a nuestro lado todos los días que con una amiga o el terapeuta. ¿Por qué será que nos da temor, vergüenza o pudor hablar de ciertos temas en pareja? Si aprendes a charlar abiertamente con tu media naranja sobre cuestiones íntimas, mejorarán mucho su relación.

No hay nada más bonito que llevarse de maravillas con tu esposa/o, sobre todo en lo que se refiere a la intimidad. Y no sólo estamos hablando de sexo, sino también de ser cómplices, compañeros, entenderse con una mirada o un gesto.

A veces nos gustaría poder hablar con nuestra pareja de temas algo delicados y no sabemos cómo, cuándo ni dónde. Pensamos: ¿y si se enoja? ¿y si le molesta? ¿y si no entiende? Deja de lado los “y si” y anímate a conversar con quién compartes tu vida, tu casa y tu familia.

En primer lugar, es preciso que busques un sitio cómodo y tranquilo para hablar. Puede ser sentados en el sofá después de comer o bien en la habitación. Si tienen hijos, traten de que ya se hayan ido a la cama o no estén rondando por ahí. Que nada ni nadie los interrumpa.

Nada de hablar incómodos ni en “sitios comunes”. Esto quiere decir, que si solemos hablar de política, de cómo estuvo nuestro día o de dinero en la cocina o el comedor, para charlas más privadas busquemos un sitio diferente.

Tampoco es bueno ir a un café o a un restaurante, porque los comensales que están a nuestro alrededor pueden escuchar y será muy vergonzosa la situación. Lo mismo que puede ocurrir en el metro o en un parque.

Sea en un lugar público o en uno privado, deben estar uno frente al otro, mirándose a los ojos. De esta manera, será más sencillo explicar y comprender lo que ocurre. No olvides que la mirada es el reflejo del alma y una fuente de credibilidad.

Una vez que hayas determinado cuál es el mejor lugar para charlar con tu pareja, eligeel momento oportuno. Partiendo de la base de que tú conoces bien a la persona con quién te has casado o convives desde hace un tiempo, también deberías saber cuándo está más enojada/o, más tolerable, más cerrado/a, más dispuesto/a, más relajada/o, etc.

Entonces, si cuando llegáis del trabajo su humor es el peor del mundo, no lo/a invites a charlar en ese instante, mejor espera a que se de un baño o coma algo. Si después de la comida le gusta ver una película o las noticias, quizás sea bueno que esperes a que finalice su programa preferido. Recuerda que necesitas toda su atención y no que esté mirando el reloj o la televisión de reojo mientras tú estás hablando o queriendo expresar tus sentimientos.

El tercer consejo para poder hablar de cuestiones íntimas en pareja es saber qué tono elegirás para dirigirte a él o ella. Si, esto lo puedes estipular de antemano. La idea es que entre los dos mejoren la relación, no que todo termine en peleas o en malos entendidos. Es fundamental que la conversación empiece y termine bien, aunque por momentos pueda torcerse.

Puedes usar palabras románticas o tiernas, usar terminología médica, frases indirectas, lo que sea de mayor utilidad para el tema que tratáis y la persona con la que lo tratas. En realidad, de poco valen las palabras que utilices, siempre y cuando puedas explicar lo que deseas, que tu pareja te comprenda y que tú te sientas satisfecho con el resultado.

Si te gustaría hablar de un tema del que no sabes demasiado, quizás sea una buena idea que busques información al respecto. Ten cuidado con lo que puedes leer en Internet, siempre es mejor consultar con un especialista o con un libro en la biblioteca. Además, en las librerías hoy en día puedes conseguir libros sobre casi cualquier cosa. Así, tendrás a tu disposición todo tipo de estudios, investigaciones, entrevistas, noticias, etc.

Si te sientes incómodo/a por hablar de sexo, lee un poco al respecto y luego si tu pareja lo acepta, haz que también se informe sobre ello. De esta manera ambos tendrán más herramientas para hablar, compartir deseos y despejar dudas. Mantengan una mente “abierta” para poder recibir comentarios del otro y poner en práctica ciertas cosas que quizás hasta el momento ni siquiera habían pensado o imaginado.

Hablar con tu esposo/a no tiene que ser un momento de angustia. Se conocen bien y no deberían haber secretos relevantes entre ustedes. Las conversaciones sobre sexo o intimidad pueden ser una buena manera de echarle condimento a la relación o no dejar que el fuego de la pasión se apague.

Relájate e intenta que también sea un momento agradable y divertido; un recuerdo agradable os unirá y facilitará que tengáis más momentos de este estilo. Puede ser una experiencia enriquecedora para ambos: ríanse, jueguen, insinúen, hablen directamente, pero por nada del mundo dejen de conversar. Sea con silencios, palabras o caricias.

miércoles, 29 de julio de 2015

Ciclo de estudio Tarot " El viaje del Loco" , Antofagasta II Región



NIVEL I
(Ciclo de 5 meses, intensivo por modulo, un fin de semana por mes)

Este ciclo de estudio esta creado para poder hacer conexión con el proceso de aprendizaje del tarot , colectivamente nos iremos conectando con el mundo imaginativo de las cartas, tanto de corriente Rideriana como Marsellesca, ya que este estudio mirara ambas en profundidad, tendremos trabajo teórico y practico; Símbolos, numerología, e historia del tarot, pasaremos por diferente temas para ir profundizando en nuestro conocimiento,  este trabajo nos hará entrar en contacto con todos nuestro potencial  intuitivo y creativo, por que el arte de leer símbolos no solo es una técnica, son múltiples disciplinas aplicadas en una sola lectura.
Este trabajo nos ayudara en forma personal  ya que abarcaremos temas importantes de auto-sanación a través de la genealogía que se acopla perfecto a la Tarología y al finalizar el primer ciclo ya estarás apto o apta para emprender el viaje del arte de echar las cartas

FECHAS
Duración:  5 meses
30 horas teóricas,  20 horas practica de trabajo vivencial y dinámicas grupales
Un fin de semana al mes, durante 5 meses
Lunes y Martes desde las 18hrs a las 22hrs

TEMARIO
MODULO I
Agosto  Lunes  31 y Martes 01, Historia del tarot, una mirada al destino 
MODULO II
Septiembre Lunes  14 y Martes 15, Arcanos mayores  “el viaje del loco”
MODULO III
Octubre Lunes  26 y Martes 27, Arcanos menores, geometría y numerología
MODULO IV
Noviembre Lunes  30 y Martes 01, La corte y los cuatro humores humanos
MODULO V
Diciembre Lunes  14 y Martes 15, Tiradas, el arte 

DIRIGIDO A :
A todo tipo de personas que se sienta interesado en esta técnica para sumergirse  en  un proceso de aprendizaje y viaje tanto de este estudio como el descubrimiento de que  esta herramienta es multidimensional  y al interiorizarnos  en esta mancia nos adentramos en la dimensión del tiempo del destino y  nosotros mismos.

OBJETIVOS ESPECIFICOS :
·         Formar de manera integral a lectores de cartas que luego puedan hacer conexión  con este arte en profundidad y amor. 
·         Proveer de nuevas herramientas y conocimiento al alumno, que lo beneficien en su desarrollo humano personal y social 
·         Capacidad para poder ejercer y facilitar lecturas en forma personal , profesional y grupal 

TEORIA
Parte importante de este ciclo de estudio es  comprender las dinámicas teóricas de diferentes disciplinas que convergen en el mazo de tarot para eso constaremos de 30 horas de clases teóricas que nos permitirán ahondar en la magia de esta ciencia e introducirnos en su lenguaje, viajaremos con " El Loco" en el epico viaje que realiza cada vez que un mazo de cartas se abre.


PRACTICA
En el transcurso de la practica el alumno aprenderá a perder el pudor de echar las cartas y también comprenderá la profundidad de esta herramienta y su poder en el otro , de forma responsable se podrá ir
perfeccionando para realizar lecturas integrales  y con un profundo respeto por el desarrollo del consultante, además de los ejercicios grupales que nos ayudaran a entender como funcionan las dinámicas de entrega de información, lenguaje corporal y emocional, a través de el Taroteando que se caracteriza por una dinámica creativa y lúdica de leer las cartas en conjunto y lograr aplicar inmediatamente el aprendizaje realizado por modulo nos dará la expertiz de lectura que necesitamos desde el principio

METODOLOGIA
·         Lectura de bibliografía escogida, análisis grupal
·         Ejercicios prácticos grupales e individuales
·         Ejercicios de visualización, meditación y auto-observación 
·         Movimiento Corporal  creativo 
·         Lecturas grupales de cartas, análisis colectivo, dinámica de Taroteando
  
VALORES  
Mensualidades:
$50.000  por modulo Clase Teórico-práctica.
  
FORMAS DE PAGO 
Documentando el ciclo completo (cheques de $50.000 para los 15 de cada mes)   
Pagando al contado el valor total del  ciclo de estudio, obtén un 10% de descuento.
Inscripción  $50.000.-  válido por el primer modulo
¡Importante! : Para casos especiales por favor coordinar con los organizadores

ACUERDOS 
Los pagos por los Talleres son obligatorios y tendrán que ser cubiertos aún faltando a los mismos.
En caso de no asistir por causa de fuerza mayor, podrán ser recuperados asistiendo a talleres u otras clases paralelas con los mismos contenidos.
  
Directora de ciclo de estudio
PAMELA HURTADO ( Luna )
Terapeuta sistémica , especializada en Psico-genealogía y trabajos grupales de Psicodrama, Tarologa con 25 años de experiencia, desde el  2002 participa en seminarios  presenciales con Alejandro Jodorowsky  y Marianne Coste, interiorizada en filosofía Védica y budismo Zen, portadora del fuego del Sagrado sahumador, Terapeuta de medicina Femenina y Herbaria,caminante del sagrado Camino Rojo. Directora y fundadora de Kasa Kuyen, casa cura que ha abierto sus puertas a la comunidad para la sanación y la conexión humana.
Luna se desarrolla actualmente dictando talleres y cursos, Facilitando círculos de Luna, trabajos grupales de psicodrama, lecturas de tarot con mirada genealógica  y terapias individuales de psico-genealogía.


martes, 28 de julio de 2015

Jornada Psicodrama y Genealogía




Trabajar en colectivo en un proceso de sanación con técnicas de terapia sistemica es una de las formas mas eficientes de apuntar a la solución de tu conflicto, recibir y dar a mor es la forma natural que el corazón tiene para sanar , si te resuena, comparte e inscribete 

Los invitamos a nuestro trabajo mensual de amor colectivo y sanación, inscripciones en kuyenkasa@gmail.com, cupos limitados 

Jornada 
Trabajo Grupal de psicodrama y genealogía
TEMA: EL AMOR
Fecha: 15 de Agosto 
horario : 11am a 19hrs
A-precio: $20.000.
Trabajo
11.00 Presentación y Monitorieo de trabajo genealógico
12.00 Introducción al trabajo terapéutico
12.30 Trabajo grupal de preparación (Meditación)
13.00 Dinámicas corporales
14.00 Almuerzo comunitario
15.30 Trabajo Psicodramatico colectivo
18.00 Danza
19.00 Cierre trabajo



Facilitador
PAMELA HURTADO
Terapeuta sistémica, especializada en Psico-genealogía y trabajos grupales. Tarologa con 25 años de experiencia, desde 2002 participa en seminarios  presenciales con Alejandro Jodorowsky y marienne Coste, interiorizada en filosofía Védica, y portadora de fuego del Sagrado Sahumador, Terapeuta de medicina femenina y caminante del sagrado camino Rojo; Fundadora Kasa Kuyen , casa cura  que ha abierto sus puestas para dar servicio a la comunidad en Santiago de chile. Pamela se desarrolla actualmente dictando talleres y cursos, facilitando círculos de luna, trabajos grupales de psicodrama, lecturas de tarot con mirada genealógica  y terapias individuales de psico-genealogía.


domingo, 19 de julio de 2015

Las tres etapas de los ordenes del amor

1. LA VINCULACION.
EL NIÑO/A VIVE ESTA VINCULACIÓN COMO AMOR Y COMO FELICIDAD.
Independientemente de si en este grupo podrá desarrollarse favorablemente o no,
y sin tener en cuenta quiénes y cómo son sus padres.
El niño/a sabe que pertenece ahí y este saber y este vínculo son amor, un amor
primario.
Esta vinculación es tan profunda que el niño/a, incluso está dispuesto a sacrificar su
vida y su felicidad por el bien del vínculo.

2. EL EQUILIBRIO ENTRE DAR Y TOMAR
En todos los sistemas vivos existe una continua compensación de tendencias
antagónicas, Es similar a una ley natural. Es decir, la compensación entre tomar y
dar no es más que una aplicación a sistemas sociales.
La necesidad de un equilibrio entre dar y tomar hace posible el intercambio en los
sistemas humanos. Esta interacción se inicia y se mantiene por el hecho de tomar y
de dar, regulándose por la necesidad de todos los miembros de un sistema de
llegar a un equilibrio justo. En cuanto éste se consigue, una relación puede darse
por acabada. Esto ocurre, por ejemplo, si se devuelve exactamente lo mismo que
se recibió. Pero también puede reanudarse y continuar la relación, dando y
tomando de nuevo.
El proceso es el siguiente: el hombre le da a la mujer y , en consecuencia, ella se
siente presionada por haber tomado. Es decir, habiendo recibido algo del otro, por
muy bello que sea, perdemos algo de nuestra independencia. En seguida surge la
necesidad de compensación, y para deshacerse de la presión, la mujer le devuelve
algo al hombre. Por precaución aún le da un poco más, con lo cual se crea de nuevo
un desequilibrio y así el proceso sigue. Ni el que a ni el que toma están tranquilos
hasta que no lleguen a un equilibrio, hasta que el primero no tome también y el
segundo también dé.
A. La felicidad se rige por la cuantía de dar y tomar.
B. Cuando existe un desnivel entre tomar y dar
C. Si no es posible llegar a un equilibrio
D. La recompensa negativa
E. El perdón malo y el perdón bueno
F. Sufrimiento preventivo en separaciones
G. Renuncia a la felicidad como intento de recompensa
H. La conformidad con el destino
I. Como recompensa, un hijo de rescate
A. LA FELICIDAD SE RIGE POR LA CUANTIA ENTRE DAR Y TOMAR.
Cuanto más extenso sea el intercambio, tanto más profunda será la felicidad. Sin
embargo, existe una gran desventaja: la vinculación resulta aún más fuerte. El que
quiera libertad, tan sólo puede dar y tomar muy poco y tan sólo puede permitir un
intercambio muy reducido entre ambas partes.
La felicidad en una relación depende de la medida en que se toma y se da. Un
movimiento reducido sólo trae ganancias reducidas. Es como el andar. Nos paramos
si aguantamos el equilibrio, y seguimos avanzando si una y otra vez lo perdemos
para después volver a recuperarlo.
Un gran movimiento entre tomar y dar viene acompañado de una sensación de la
alegría y plenitud. Esta felicidad no cae del cielo, se hace.
Si el intercambio se realiza a un nivel elevado y es equilibrado, tenemos una
sensación de ligereza, de justicia y de paz. De las muchas posibilidades de
experimentar la inocencia, ésta es la más liberadora y bella.

B. CUANDO EXISTE UN DESNIVEL ENTRE TOMAR Y DAR.
• Dar sin tomar
Tener derecho a algo es una sensación agradable, y por ser una sensación tan
agradable, a algunos les gusta conservarla. Prefieren conservar la reivindicación, en
vez de permitir que otros les den algo, como siguiendo el lema: “Vale más que tú te
sientas obligado que no yo”.
Frecuentemente ocurre con la mejor de las intenciones, y esta actitud goza de gran
respeto. Muchos idealistas mantienen esta postura, conocida como el ideal de los
que se dedican a ayudar a los demás. También es un fenómeno frecuente entre
psicoterapeutas. Estos, por ejemplo, no están dispuestos a alegrarse en las
psicoterapias, como pequeña recompensa por el esfuerzo e realizan. En
consecuencia, el proceso se hace penoso y ya no está equilibrado. Pero si alguien
da sin tomar, al cabo de un tiempo, los demás tampoco no quieren aceptar nada de
él. Es decir, se trata de una actitud hostil para cualquier relación, ya que aquél que
únicamente pretende dar, se aferra a su superioridad y, de esta manera, niega la
igualdad a los demás. Es de suma importancia para cualquier relación que no se dé
más de lo que se esté dispuesto a tomar y que el otro sea capaz de devolver. De
esta manera, inmediatamente, se establece una medida para saber hasta dónde se
puede ir.
Si, por ejemplo, una mujer rica se casa con un hombre pobre, en muchos casos no
funciona, porque siempre es ella la que da, y el hombre no tienen la posibilidad de
devolverle nada. En consecuencia, se irrita. Siempre se irrita aquél que no tiene la
posibilidad de conseguir una compensación. Si una mujer le paga los estudios a su
marido, éste, al finalizar su carrera, la dejará. Ya no tiene ninguna posibilidad de
llegar a un nivel de igualdad, a no ser que le devuelva todo, hasta el último
céntimo. Entonces queda de nuevo libre y la relación puede seguir. Si un hombre
que ya ha vivido su vida se casa con una mujer que aún la tiene por delante, esta
relación está destinada a fracasar. La mujer se vengará del hombre. El hombre
sabe que ella tiene el derecho de hacerlo y , por lo tanto, tampoco intervendrá.
Naturalmente, lo mismo es válido a la inversa.
• Negarse a tomar
Algunos pretenden conservar su inocencia negándose a tomar. En un caso así, no
están obligados a nada y muchas veces se consideran especiales o mejores. Sus
vidas, sin embargo, sólo funcionan al mínimo y, en consecuencia, se sienten vacíos
y descontentos. Esta actitud se encuentra en muchas personas depresivas que se
limitan en su disfrute de la vida. En primer lugar, se niegan a tomar a sus padres, y
más adelante, esta actitud se traspasa a otras relaciones y a las cosas buenas de
este mundo. Por esta razón muchos de los que se apartan voluntariamente de
nuestra sociedad tampoco aceptan nada, para no tener que dar.
• Pequeños defectos
También existe un desnivel respecto al equilibrio si uno de los cónyuges tiene un
“defecto” al momento de contraer el matrimonio. Para una mujer soltera, por
ejemplo, que aporta un hijo al matrimonio, lo mejor sería casarse con alguien que
también tenga un “defecto”. Entonces podrán ser felices. De lo contrario, ella se
enfadará con él, porque nunca podrá llegar a un nivel de igualdad.
Por lo tanto, “mire quien votos perdurables hace, si con su corazón cuadra el que
elige” (de la “Canción de la Campana” de Friedrich Schiller).
C. SI NO ES POSIBLE LLEGAR A UN EQUILIBRIO.
• Entre padres/madres e hijos/hijas
El equilibrio entre tomar y dar, hasta ahora descrito, sólo es posible entre personas
que se mueven a un mismo nivel, es decir, de igual a igual.
Es diferente entre padres/madres e hijas/hijos. Los hijos y las hijas nunca pueden
devolverles a sus padres nada equivalente. Quisieran hacerlo, pero no les es
posible. Existe un desnivel insuperable entre tomar y dar. Si bien los padres
también reciben de sus hijos, y los maestros/as de sus alumnos/as, el desequilibrio
no se compensa, sólo se atenúa.
Respecto a sus padres, los hijos siempre quedan en deuda, y por esta misma
razón, tampoco consiguen desligarse de ellos. De esta manera, la vinculación de los
hijos con sus padres se fortalece y consolida aún más, precisamente por ser
irrealizable la necesidad de llegar a un equilibrio.
Otro efecto consiste en que, más tarde, los hijos sienten el impulso de salir de la
obligación, impulso que les ayuda en el momento de separarse de los padres. EL
QUE NO TIENE LA POSIBILIDAD DE COMPENSAR UN DESEQUILIBRIO, TIENDE A
ALEJARSE.
La solución es que los hijos pasen a otros lo que ellos mismos recibieron de sus
padre, en primer lugar a sus propios hijos, es decir, a la generación siguiente, o si
no , en un compromiso con otras personas. El que se da cuenta de esta salida,
pasando lo recibido a otros, es ca paz de tomar mucho de sus padres.
Lo que es válido entre padres/madres e hijas/hijos y entre maestros/as y
alumnos/as, también es válido en otros ámbitos. Dónde quiera que ya no sea
posible o apropiado llegar a un equilibrio, devolviendo o intercambiando, aún
tenemos la posibilidad de deshacernos de la obligación y de la deuda, si de aquello
que recibimos pasamos algo a otros. De esta manera, todos, tanto si dan como si
toman, se someten a un mismo orden y a una misma ley.
Börries von Münchhausen lo describe en un poema:
LA BOLA DE ORO
Por mucho amor que del padre recibiera,
No se lo pagué, ya que de niño
No reconocía el valor del don,
Y de hombre, me hice igual que los hombres, y duro.
Ahora, un hijo me crece, tan bienamado
Como ninguno que fuera la delicia de un corazón de padre,
Y yo pago lo que en un tiempo recibí
Con aquél, que no me lo dio, ni me lo devuelve.
Pues al hacerse hombre y pensar como los hombres,
Él, al igual que yo, hará sus propios caminos,
Nostálgico, pero sin envidia, lo veré,
Dando al nieto aquello que a mi me corresponde.
Lejos en la sala de los tiempos mi mirada va,
Contenida y serena, observando el juego de la vida,
La bola de oro cada cual, sonriente, pasa
y ninguno la bola de oro devolvió.
• Agradecimiento como recompensa
Una última posibilidad de llegar al equilibrio entre tomar y dar, es el
agradecimiento. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el decir “gracias”
muchas veces sustituye el agradecimiento. El “gracias” es la manera barata de
expresar un agradecimiento. Dar las gracias significa : lo tomo con alegría y lo
tomo con amor, lo cual expresa un profundo reconocimiento del otro.
Al dar las gracias, no se rehuye el dar, aún así, ésta es, a veces, la única respuesta
adecuada para quien recibe, por ejemplo, una persona disminuida, un enfermo, un
niño pequeño, y a veces alguien que nos ama.
Aquí, junto a la necesidad de compensación, entra en juego también ese amor
elemental que atrae y une a los miembros de un sistema social.
Es el amor que acompaña el tomar y el dar, y les precede.
El que da las gracias reconoce:
“Tú me das, independientemente de que yo, en algún momento pueda
devolvértelo, y yo lo tomo de ti como un regalo”.
El que acepta el agradecimiento dice:
Tú amor y el reconocimiento de mi don para mí significan más que todo lo que aún
puedas hacer por mí”.
• Cuando ya no es posible la reparación.
La deuda y el daño adquieren una importancia fatal, en el momento en que una
persona sufre tal daño en su cuerpo, vida o propiedad, que y a no sea posible la
compensación. En un caso así, ninguna expiación, ni ningún otro hecho pueden
restablecer el equilibrio.
Tanto al autor, como a la víctima sólo les quedan la impotencia y la sumisión,
cualquiera que sea el destino de cada uno de ellos.
D. LA RECOMPENSA NEGATIVA
La culpa como obligación, y la inocencia como reivindicación y descarga están al
servicio del intercambio, y mantienen nuestras relaciones en marcha. Es una culpa
buena y es una inocencia buena, por las que nos beneficiamos mutuamente y nos
unimos en el bien.
Sin embargo, la necesidad de un equilibrio y de una justicia compensadora no tan
sólo actúa en un sentido positivo, sino también en un sentido negativo. Es decir, si
alguien en el sistema atenta contra mí, sin que yo pueda defenderme, o si reclama
para sí mismo algo que me perjudica o tiene que hacerme daño, yo siento la
necesidad de llegar a una compensación. Ambos, el autor y la víctima, se ven
sometidos a esta necesidad. La víctima tiene el derecho de reivindicar la
compensación, y el autor se sabe obligado a ella. Pero esta vez la compensación
actúa en perjuicio mutuo, ya que, después de cometerse la injusticia, también el
inocente trama el ma. Pretende perjudicar al culpable, tal como éste lo perjudicó, y
quiere causarle un daño equivalente al suyo, o incluso algo mayor. Esta actitud
también une de una manera muy estrecha, aunque sea en la desdicha.
Sólo cuando los dos, el culpable y su víctima, hayan estado igualmente enfadados,
y hayan sufrido y perdido en la misma medida, se encuentran de nuevo a un mismo
nivel. Entonces tienen otra vez la posibilidad de llegar a la paz y a la reconciliación.
• De lo negativo más vale devolver algo menos.
También aquí es válido si alguien comete una injusticia conmigo y yo le devuelvo
exactamente lo mismo, la relación se termina. Si le devuelvo un poco menos, no
sólo se cumple con la justicia, sino también con el amor.
A veces es preciso enfadarse con alguien para salvar la relación, se trata, sin
embargo, de un enfado con amor, porque se tiene en cuenta la importancia de la
relación.
El que se enfada con odio sobrepasa los límites, dándole al otro el derecho de
acrecentar su enfado.
De esta manera se cumplen tanto las exigencias del amor como de la justicia, y el
intercambio positivo puede reanudarse y continuar.
Ahora bien, si los padres cometen una injusticia con sus hijos, éstos no pueden
buscar el equilibrio causándoles otro daño a sus padres. El hijo, la hija, no tienen el
derecho, hagan lo que hagan el padre / la madre. En este caso el desnivel entre
unos y otros es demasiado grande.
• Exigir la reparación.
El culpable nos parece tanto más culpable, y sus actos tanto más graves, cuanto
más indefensa e impotente sea su víctima. Pero la víctima, una vez cometida la
injusticia, raras veces se queda indefensa. Podría actuar y exigir del autor justicia y
reparación, que pondrían término a la culpa y harían posible un nuevo comienzo
Muchas veces sin embargo, se cultivan la reivindicación y el derecho de estar
resentido con el otro.
Pero si la víctima misma no actúa, otros intentan hacerlo por ella, con la diferencia,
sin embargo, de que en este caso tanto el daño como la injusticia, que otros
cometen en su nombre y en su lugar con terceros, acaban siendo mucho más
graves que si ella misma se hubiera encargado de defender su derecho de
vengarse. Donde los inocentes prefieren sufrir en vez de actuar, pronto hay más
víctimas y malos que antes. Es ilusoria la idea de que podríamos evitar el vernos
afectados, o esquivar la culpa, aferrándonos a la inocencia y su impotencia en vez
de enfrentarnos con la culpa y sus consecuencias. De manera que ésta pueda llegar
hasta el final y desarrollar también su fuerza positiva.
E. EL PERDON MALO Y EL PERDON BUENO
Un efecto similar al de mantener la impotencia es el del perdón apresurado, que
sustituye un enfrentamiento necesario y que, en vez de solucionar el conflicto, lo
tapa y lo transfiere. El mismo efecto tiene también el perdón arrogante, es decir, si
alguien alegando una superioridad moral, le perdona la culpa al culpable, como si
tuviera el derecho de hacerlo.
Si se pretende llegar a una reconciliación auténtica, el inocente no sólo tiene el
derecho a la reparación y la expiación, sino incluso tiene la obligación de exigirlas.
De lo contrario, él mismo se hace culpable con el culpable. Y el culpable no sólo
tiene la obligación de aceptar las consecuencias de sus actos, sino también tiene el
derecho de hacerlo.
F. SUFRIMIENTO PREVENTIVO EN SEPARACIONES.
Por miedo a reproches y por miedo de hacerle daño al otro, algunos, antes de
separarse, se obligan a sufrir durante mucho tiempo, tanto que quede compensado
el dolor del otro, como si después tuvieran más derechos a dar el paso. Por esta
razón, los procesos de divorcio tardan tanto. En la mayoría de los casos la persona
tan sólo necesita un ámbito nuevo y más extenso, quizá su alma necesite más
espacio para crecer, y se siente cogida y prisionera por no poder emprenderlo sin
perjudicar o hacer daño a otro.
Cuando por fin se separan, no sólo aquella persona tiene la posibilidad y el riesgo
de un nuevo comienzo, sino, sin esperarlo, también al otro se le abren nuevas
posibilidades. Si el otro, sin embargo, se cierra y permanece en su dolor, le hace
más difícil al primero emprender su nuevo camino. En cambio, aprovechando su
nueva posibilidad, también le da al primero libertad y descarga. De todas las
maneras de perdonar a otros, ésta es par mí la más bella. Reconcilia, aún si la
separación sigue en pie.
G. RENUNCIA A LA FELICIDAD COMO INTENTO DE RECOMPENSA.
Lo que es correcto e importante en relaciones para que éstas sean logradas, a
veces, de manera ilícita, se traspasa a otros contextos en los que se convierte en
un absurdo, por ejemplo, si una persona saca provecho de una situación, mientras
otro en el mismo contexto sufre una pérdida, estos dos hechos se relacionan en el
alma, desarrollándose así la necesidad de llegar a una compensación como si lo
primero existiera a costa de lo segundo. En un caso así, ocurren cosas muy graves.
Si por ejemplo, un padre vuelve ileso de la guerra o del cautiverio, donde otros
perecieron, de repente, una hija tiene la idea de pagar porque el padre volvió, o el
padre mismo ya no se ve con el derecho de tomar mucho de la vida. O el caso de
alguien que es salvado de un peligro mortal, y a continuación comienza a pagarlo
con un síntoma o empieza a limitarse.
Si en una familia hay un hijo disminuido, los otros hermanos sanos muchas veces
no se atreven a tomar su salud y su felicidad, ya que desarrollan la fantasía de que
ellos tienen lo positivo ensu vida a costa del hijo enfermo. Intentan compensarlo
mostrándose también ellos enfermos o depresivos, o limitándose en sus
posibilidades de algún otro modo. Esta dinámica es como una descarga interior.
Nos encontramos indefensos y sin recursos ante tal culpa o inocencia que le Destino
depara. La posición de querer compensar algo, por tanto, es arrogante en este
contexto, ya que la persona pretende pagar algo que se le da como regalo.
El tomar y el dar las gracias, el tomarlo como un regalo, sin pagarlo, es la solución
y una realización muy especial. Este agradecimiento es una actitud interior. No está
dirigido a nada ni a nadie.
Alguien se mete a un río y éste le lleva a la otra orilla. Ahí sale de nuevo del agua y
hace una reverencia ante el río. Al río, sin embargo le da igual. Eso es dar las
gracias.
• Expiación como recompensa ciega.
La expiación también constituye un intento de recompensa, intento ciego,
instintivo, sin embargo, que se realiza sin control. Con espacial frecuencia se
encuentra este intento de recompensa en familias en las que una madre murió al
dar a luz un hijo. Naturalmente el hijo que sobrevive es inocente de la muerte de la
madre. A nadie se le ocurriría pedirle cuentas por ello, pero, a pesar de todo, el
conocer su inocencia no le aporta ningún alivio. Como ser social, se sabe integrado
en un sistema en el que recibió su vida a costa de la de su madre. No puede evitar
una y otra vez, ver su vida en relación con la muerte de su madre, y nunca
consigue deshacerse de la presión de la culpa. Lo que frecuentemente ocurre tras
un incidente tan trágico es una dinámica fatal. La situación se interpreta como si el
marido, por su impulsividad, hubiera asesinado a la mujer, como si, por decirlo así,
la hubiera sacrificado a sus instintos. En realidad, los padres son conscientes del
riesgo de la realización del amor y han aceptado conscientemente ese riesgo. Estas
fantasías de asesinato también descalifican a las mujeres, representando un delito
contra su dignidad. En la configuración de tales constelaciones, las mujeres no
expresan ninguna acusación contra el hombre y son plenamente conscientes de su
propia dignidad.
La imagen de asesinato, sin embargo, conduce a que hijos varones en generaciones
posteriores, y un suceso así aún afecta a muchas generaciones más, lo expíen.
Muchas veces aún nietos y bisnietos se suicidan por la muerte de una mujer así. Es
una forma de recompensa primitiva, antiquísima y ciega: uno desaparece y en
recompensa, otro se va. En cuanto se hace algo en reparación, el respeto se pierde.
Algunos/as renuncian a una relación de pareja y a tener hijos, por ejemplo,
haciéndose sacerdotes o casándose con una mujer/hombre que ya no puede tener
hijos.
Este tipo de muerte en un sistema crea miedo, y por miedo, este hecho
frecuentemente se calla. Es la exclusión peor en un sistema y también crea las
consecuencias más graves.
Ahora bien, si el hijo que sigue con vida se limita o se suicida, el sacrificio de la
mujer fue en vano y encima se le hace responsable de la desgracia del hijo.
La solución consiste en conceder a la mujer un lugar respetado en el sistema, y que
el hijo le diga a su madre: “Ya que perdiste tu vida al nacer yo, que no hay sido en
vano. Precisamente porque te costó tanto, te ¿demuestro que valió la pena. Acepto
la vida por el precio que tede costó a ti, y por el precio que me cuesta a mí, y le
saco partido en tu memoria.”.
Es el mismo amor, pero con otra dirección, Así, la presión de la culpa fatal se
convierte en motor y en fuerza para la vida, haciendo posibles actos que otros no
lograrían realizar nunca. Aporta reconciliación y paz, permitiendo ue el sacrificio de
la madre tenga un efecto bueno.
H. LA CONFORMIDAD CON EL DESTINO.
Hay una parte de la fatalidad que pertenece a mí mismo/misma, por ejemplo una
enfermedad hereditaria, una mutilación de guerra, o condiciones difíciles enla
infancia. Si me rebelo contra este destino invariable o me muestro descontento,
manteniendo vivas la irritación y la reivindicación, o buscando culpables, o no
integrando esta fatalidad en mi vida, entonces este destino tampoco puede
desarrollar su fuerza.
Al igual que puedo ser salvado de manera inmerecida y sin intervenir
personalmente, es decir, puedo recibir un regalo que otros no reciben, también
tengo que asentir si se me exige llevar las consecuencias de algo negativo que
ocurrió sin mi culpa. Al Destino no le importan nuestras reivindicaciones, ni
tampoco nuestra reparación.
Bert Hellinger llama Humildad a esta actitud que sirve de base para esta manera de
actuar, La humildad permite tomar la vida y la felicidad tal como vienen dadas y
mientras duren, independientemente del precio que otros pagaron por ello.
También permite asentir a un destino duro.
También es la respuesta adecuada a la culpa y a la inocencia fatales, poniéndome a
un mismo nivel con las víctimas.
Me permite honrarlas, no tirando o limitando aquello que recibí “a su costa”, sino
justamente aceptándolo, a pesar de su alto precio y transmitiendo parte de ello a
otros.
3. EL ORDEN
La tercera condición básica para conseguir unas relaciones logradas es el orden.
Aquí me refiero, dice Bert Hellinger, en primer lugar, a las reglas que conducen la
convivencia de un grupo a cauces fijos. En todas las relaciones duraderas se
desarrolla normas, ritos, convicciones y tabúes comunes que, a continuación,
adquieren un carácter vinculante para todos. De esta manera, las relaciones se
convierten en un sistema con orden y estructura.
Estas conveniencias sociales constituyen el orden superficial, es decir, el orden más
bien exterior y acordado, que varía ampliamente de un grupo a otro.
Detrás de éste actúan órdenes predeterminados que se sustraen a toda posibilidad
de acuerdo.
Los llamo Ordenes del Amor, y tienen que ver con el lugar que cada integrante de
la familia ocupa, el lugar al que tiene derecho.
El lugar del padre, el lugar de la madre, el lugar de la primera pareja, de la
segunda si la hay, el lugar de cada uno de los hermanos y hermanas. Esto es algo
que no podemos cambiar a voluntad y que implica diferentes fuerzas en los
diferentes vínculos. Cuando se trastoca el orden, es decir, cuando alguien toma un
lugar que no le corresponde (no reconocimiento a parejas anteriores por ejemplo, o
hijos/hijas que piensan son mejores que sus padres en cualquier sentido), se
desequilibra el sistema y se producen implicaciones familiares. Guardar el orden
significa reconocer profundamente y humildemente nuestro propio lugar y desde
ahí tomar la fuerza y la bendición de la familia.

Los ordenes del amor







Desde el momento en que nacemos, pertenecemos a un determinado sistema de relaciones que con el tiempo, va ampliándose en círculos concéntricos Los grupos y relaciones importantes para nuestra existencia, supervivencia y nuestro desarrollo, de los que somos integrantes a lo largo de nuestra vida, ya sea obligados, ya sea por libre elección.

- la familia de origen, nuestro padre, nuestra madre y nuestros hermanos y hermanas

- la red familiar, formada por todos los demás parientes

-las relaciones libremente elegidas

-las relaciones de pareja

- las relaciones con nuestros propios hijos e hijas

- la relación con diversos grupos (nación, religión, edad, sexo, clase social, profesión, etc.).

Todas las relaciones que establecemos se desarrollan dentro de un Orden,independientemente de nuestra voluntad o de nuestra conciencia. Se trata del Orden del Amor.
Los Ordenes del Amor, son las condiciones a tener en cuenta para conseguir que el amor en todas nuestras relaciones crezca y prospere sin impedimentos, en lo esencial están predeterminados y sólo se nos revelan por los efectos de nuestros actos.
Relaciones del mismo tipo, siguen un orden y diversas relaciones siguen a diversos ordenes.
Así por ejemplo la relación madre-hijo/a sigue un orden. La relación de pareja sigue otro orden, y las relaciones entre los hermanos y hermanas sigue a otro orden. En todos nuestros sistemas relacionales existe, además, una compleja interacción de necesidades fundamentales:

1. La necesidad de vinculación

2. La necesidad de mantener un equilibrio entre dar y tomar

3. La necesidad de encontrar seguridad en conveniencias sociales que hacen posibles nuestras relaciones.

En la vida, experimentamos estas tres necesidades vehementemente, percibiendo en ellas fuerzas que favorecen y exigen, impulsan y dirigen, dan felicidad y ponen límites, y, tanto si lo queremos como si no, nos vemos expuestos y expuestas a su poder que nos obliga a fines que van más allá de nuestros deseos y de nuestro querer consciente. En ellas se refleja y se cumple la necesidad fundamental de todo ser humano de relacionarse íntimamente con sus congéneres. De manera sensible percibimos estas fuerzas que velan por nuestras relaciones en los sentimientos de culpa o inocencia respecto a otros, es decir, a través de la conciencia.